martes, 7 de junio de 2011

de fuerza y vejez



algo hay en ellas que me dan ganas de tenerlas entre las mías.
quisiese poder acariciar su aspecto áspero, recorrer con mis dedos cada una de sus marcadas lineas. entre la tierra que las cubría se podían ver escondidas aquellas manchas de mano de anciano.
no sabría explicar por qué, pero por extensos minutos no pude dejar de mirarlas. quizás me impresionó la mezcla de vejez y fuerza que había en ellas, no lo sé.
eran grandes, hinchadas de tanto esfuerzo. sus uñas estaban sucias, trizadas.
 -qué preciosas las manos de obrero- pensé.

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